Nadando hacia el paisaje

El estudio holandés Paul de Ruiter Architects ha desarrollado su primer proyecto en Alemania, Villa K, una vivienda unifamiliar ubicada en el estado de Turingia que se posa discretamente en la ladera de una montaña. La casa ha sido construida íntegramente con vidrio, acero y hormigón, considerando también aspectos de sostenibilidad.

Todas la áreas sociales y dormitorios de la casa se instalan en una estructura orientada al sur que corre en forma perlendicular a la pendiente y que, gracias a una fachada completemente vidriada, ofrece impresionantes vistas sobre el valle. Alrededor de esta área se ubica una terraza con forma de "U" que es atravesada por una piscina que se proyecta en dirección norte-sur y permite al bañista exceder los límites físicos de la propia casa para adentrarse un poco más en el paisaje. El acceso a esta piscina queda en el interior de la casa para acceder a ella con comodidad.

Alrededor de la terraza se encuentra un jardín con cultivos de hortalizas y árboles frutales, donde los habitantes del lugar podrán cosechar sus propios cultivos en esta ubicación especial en las montañas.

En el lado norte y paralelo al volumen princial, se ubica el acceso principal, áreas técnicas, despensa y garaje con espacio para seis automóviles. Toda la estructura de cubierta de la casa está cubierta de musgo y sedum. Esto reduce la carga de refrigeración y visto desde una zona más alta, esta cubierta verde hace que la villa se integre en el entorno natural. Por encima del garaje y la entrada se colocan celdas solares, dirigidas hacia el sur para producir energía.

La relación de la casa con la montaña permite que el lado sur reciba grandes cantidades de luz natural y calor, mientras que el lado norte está en contacto directo con la ladera y recibe aire frío. Un intercambiador de calor recoge este aire frío y caliente y lo transporta a la bomba de calor. La bomba de calor contiene el aire frío para enfriar en el verano y ahorra aire caliente para calentar la casa durante el invierno. Este sistema está conectado a una red de calefacción y refrigeración que recorren el cielo y el suelo para garantizar un confort térmico todos los días del año.

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