La fachada de este edificio está revestida por mil puertas reutilizadas que luego se pintaron de colores. Este proyecto es obra del artista surcoreano Choijeonghwa, cuyo trabajo siempre es una llamada de atención a pensar como el arte transforma la manera de ver las cosas.
La fuerza de su obra procede siempre de los objetos reciclados con los que trabaja. Su trabajo, desarrollado en la enorme ciudad de Seúl, apunta una mirada crítica y a la vez divertida sobre la escala gigante de esta ciudad asiática y se integra entre sus edificios como si se tratara de un anuncio publicitario con cierta dosis de humor. Pero al contrario de lo que sucede con la publicidad, esta instalación no nos incita a consumir sino a pensar sobre todo lo que consumimos y tiramos.
Lo que todo el mundo se pregunta al ver este edificio es... ¿por donde se entra?
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